El verano trae consigo días más largos y cálidos, perfectos para disfrutar al aire libre. Sin embargo, para las personas que viven con Alzheimer, esta época del año puede aumentar el riesgo de desorientación y pérdida. Aquí exploramos por qué ocurre esto y cómo podemos ayudar a prevenirlo.
Factores que Contribuyen a la Desorientación en Verano:
- Cambio de Rutinas: Las actividades y horarios suelen alterarse durante el verano, lo que puede confundir a las personas con Alzheimer, que dependen de la rutina para sentirse seguras.
- Mayor Tiempo al Aire Libre: Las personas con Alzheimer pueden pasar más tiempo fuera de casa, aumentando el riesgo de perderse en entornos desconocidos.
- Calor y Deshidratación: Las altas temperaturas pueden causar deshidratación y agotamiento, lo que puede agravar la confusión y la desorientación.
- Uso de Ropa Ligera: La ropa más ligera y el uso de menos capas pueden dificultar la identificación de una persona en caso de que se pierda.
Consejos para Prevenir la Desorientación:
- Mantener Rutinas: Intenta mantener una rutina diaria estable para minimizar la confusión.
- Supervisión Constante: Asegúrate de que la persona con Alzheimer esté acompañada y supervisada en todo momento, especialmente cuando salga de casa.
- Hidratación Adecuada: Proporciona suficiente agua y evita la exposición prolongada al sol para prevenir la deshidratación y el golpe de calor.
- Identificación Visible: Utiliza pulseras de identificación o localizadores GPS para poder encontrar rápidamente a la persona si se pierde.
- Ambientes Seguros: Limita el acceso a áreas peligrosas o difíciles de navegar y asegúrate de que el entorno sea seguro y fácil de reconocer.
- Educación y Conciencia: Informar a la comunidad y a los vecinos sobre la situación puede ser útil para crear una red de apoyo en caso de emergencia.
La seguridad de nuestros seres queridos es una prioridad. Con las medidas adecuadas, podemos disfrutar del verano mientras protegemos a aquellos que más lo necesitan.